En el principio cuando Dios creo los animales y también al hombre, le dio la potestad para que Adán gobernara sobre los animales y también les pusiera nombre, luego miró Dios que todos los animales tenían su pareja menos el hombre. Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Genesis 2:18-23
Dios diseñó a la mujer de un lugar delicado que es el costado del hombre, El tomó el materia de aquí para que el hombre entienda que la debe tratar con mucha delicadeza amándola y entregándose por ella como Cristo se entregó por su Iglesia Efesios 5:25-33.
Pero hay algo sumamente importante y es que para que el hombre pueda amar y entregar por su esposa, la mujer debe reconocer la autoridad de su marido la cual es puesta por Dios, las escrituras dicen que el hombre es cabeza de la mujer como Cristo es cabeza de la Iglesia . Efesios 5:21-24
En estos últimos tiempos hay un poder diabólico de Jezabel atacando y poniendo en duda el sacerdocio de los hombres como también la identidad de la mujer, el diablo se ha levantado para sembrar mentiras en el hombre y también en la mujer, estas mentiras han entrado sutilmente que hasta hay un movimiento feminista que aplasta el sacerdocio del hombre.
La pregunta es: por qué está pasando todo esto?
Bueno la respuesta es sencilla , el hombre poco a poco fue descuidando su relación con Dios y se fue revelando contra él de tal manera que cortó la comunicación con él, y cuando alguien está incomunicado con Dios la consecuencia es que no podrá estar sujeto a Cristo y difícilmente podrá escuchar su voz para dejarse guiar, en consecuencia el diablo aprovecha para entrar en la mente y corazón de la mujer enviándole pensamientos de rebelión y en lugar de que el diseño de Dios gobierne los matrimonios es satanas el que entra con sus ideas malvadas disfrazadas de lastima, dolor y manipulación y comienza el caos en la familia.
En el libro de 1 Reyes 16: 29. En el periodo del Profeta Elias encontramos a un rey llamado Acab quien se casó con una mujer llamada Jezabel y esta era una mujer pagana que servia a Baal, era hechicera y tenia ella cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y cuatrocientos profetas de Asera, y era esta mujer perversa en gran manera tanto que mandaba a matar a los profetas de Jehová, y con su malvado corazón y brujería manipulaba al rey Acab para que este hiciera todo lo que ella quería.
Llegó un tiempo en el que Acab se quejaba con ella cuando no podía lograr sus objetivos y Jezabel con su perversidad obraba en injusticia para complacer su malvado camino. En el capítulo 21:25 de 1 Reyes dice que ningún otro rey fue como Acab, que se vendió a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba.
Jezabel perseguía a los profetas de Dios de tal manera que en una ocasión amenazó al profeta Elias diciéndole que lo iba a degollar por cuanto El profeta le había dado muerte a los profetas de Baal.
El espíritu de Jezabel sigue presente hoy en nuestros tiempos y mas fuerte que nunca, ahora mismo está persiguiendo a los profetas de Dios y no quiere ver el sacerdocio de los hogares levantado porque es ella la que quiere gobernar con sus malvadas artimañas, este espíritu entra a través de la mujer y unas de sus muchas características se manifiestan de esta manera: Las mujeres comienzan a manipular a los hombres, con llanto, enfermedad, con hacerse la víctima, con acusaciones falsas, no le gusta que su esposo se levante a desarrollar su sacerdocio especialmente en la vida espiritual, con frecuencia degrada a su esposo, lo hace sentir como tonto, no lo apoya, no lo levanta, no ora por él, no lo cubre, destapa su vergüenza, se burla de él, quiere que el esposo haga siempre lo que ella dice, no le da valor a la palabra del esposo, es irrespetuosa, le habla mal a sus hijos de el, se viste no para su esposo sino para provocar a otros, es provocativa cuando se acerca a los demás, se muestra espiritual para engañar, habla lenguas falsas, profetiza falsamente y tiene a sus propios seguidores que gana con sus hechicerías, este espíritu es tan fuerte y engañoso que hoy en día manipula a congregaciones enteras y con astucia engaño y una vida espiritual fingida manipula a cualquier pastor que no este lleno del Espíritu Santo de Dios. Cualquier mujer que posea este espíritu jezabelico es capaz de manipular a los esposos hasta el punto que estos adopten el comportamiento malvado de ella y que ellos se acomoden a la manera de ella y estar sujetos a lo que diga, ya ella opera todo esto a través de la hechicería.
Es por eso que necesitamos enseñarle a las mujeres que ellas han sido diseñadas para ser ayudas idóneas para sus esposos, y que ese es un trabajo superior a cualquier otro ya que Dios lo diseñó, y con mucho amor y entrega necesitan levantar a los esposos, ayudarlos, interceder por ellos, levantarles el sacerdocio, reconocer la autoridad que Dios les ha dado, respetarlos, hablar bien de ellos, enseñarle a sus hijos a reconocer y respetar a ese hombre como autoridad y cabeza del hogar.
Es el trabajo de la mujer que el hombre sienta que ella reconoce su autoridad como cabeza de ella y del hogar. No hay otra cosa que pueda restaurar el sacerdocio del hombre como la intercesión de mujeres apasionadas por esto y sujetas a Dios.
1 Corintios 11:3
Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
Efesios 5:23
Porque el marido es la cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su salvador.